Evangeline nos
lanzó la pregunta a Isabel y a mí en medio del silencio que reinaba.
-
¿En
qué película hubieran querido trabajar ustedes?
Isabel y yo
nos quedamos mirándola.
-
Sí –
nos dijo levantando la mirada tras el monitor – no les pasa que ven una
película y ustedes mismas dicen “yo hubiera hecho ese papel”.
-
Pues
hay varias que yo hubiera querido hacer – contesté casi por impulso.
-
Tendría
que pensarlo – dijo Isabel.
Y sí, la verdad es que hay varias películas o
libros en los que yo hubiera querido participar, pero a mí el destino me quiso
de psicóloga y no de actriz, aunque yo pude haber sido Satine en Moulin Rouge.
Bueno, quizás ese protagónico es tirar un poco arriba, porque Nicole Kidman le da
tanta sensualidad y carisma a ese rol, que difícilmente me imagino a alguien
más en ese papel. Apenas son las diez de la noche, mañana es sábado y estoy frente
a la televisión mirando una peli de terror, de esas donde el villano no
necesita correr para alcanzar a sus victimas y asesinarlas de las maneras más
atroces que existen. Me pregunto si películas como esta no sirven para que personas
que se encuentran con la falta de algunos tornillos en su cabeza, se sientan a
gusto de realizar sus fechorías con la excusa de que la culpa es de las grandes
compañías cinematográficas por alimentar esos sentimientos tan ruines.
Y bueno, tal vez todos nacimos para ser
protagonistas, no del cine, porque eso es cuestión de algunos afortunados, pero
sí protagonistas de nuestras propias historias, porque sucede que en ocasiones
nos pasan cosas como de películas sin darnos cuenta.
Existe algo conocido como el trastorno de
despersonalización-desrealización, que en palabras cristianas se presenta
cuando siempre o a menudo sientes que te ves a ti mismo desde fuera de tu
cuerpo o percibes que las cosas que te rodean no son reales, o ambos. Algo así
como sentirnos desenfocados. Los sentimientos de despersonalización y
desrealización pueden ser muy perturbadores porque quienes padecen este
problema caen en la posibilidad de perder la noción de la realidad. Hace tiempo
que no juego a nada interesante, así que para mí y solo para mí, voy a caer en
un juego, voy a imaginar que mis chicos y chicas son actrices, famosos, aturdidos
por los aplausos y daré un protagónico a cada uno de ellos, empecemos.
Evangeline que fue quien hizo la propuesta puede
ser Beatrix Kiddo alias Mamba Negra de Kill Bill, a Romeo le he dado muchos
aires de fineza, pero un Jack Sparrow en Pirates of the Caribbean le caerá de
perlas. Alfonso podría hacerse con el papel del Capitán Steven Hiller en
Independence Day, a Isabel le daría el papel de Mrs. Flax, en Mermaids. Amalia necesita un papel en el que se sienta bien y podría ser Viola De
Lesseps en Shakespeare in Love. Regina sería una maravillosa Dorothy en The
Wizard of Oz. Para Mateo tengo un papel especial, en una película que es de mis
favoritas, Sakini en The Teahouse of the August Moon.
Donato podría interpretar de manera magistral el
papel de Teddy Daniels en Shutter Island, Sandra podría adaptarse para ser Cher
Horowitz en Clueless. Me quedan cuatro hombres, qué difícil, cuatro papeles
protagónicos masculinos. Sigamos con Enrique, me parece que a pesar de todo hay
un personaje a quien podría personificar, me refiero a Alan Parrish de Jumanji.
Paolo es una persona adecuada para darle vida a Guido Orefice en La vita è
bella. Quedan menos, quedan Nicolás y Vinicio, Nicolás podría ser Tristán
Ludlow en Legends of the Fall y para Vinicio tengo un papel inmejorable para su
forma de ser, Robin Hood, en Robin Hood: Men in Tights.
Otra vez se me quedó sin punta el lápiz, pensaré
en seguir escribiendo con lapicero, es más sencillo.
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