Perfiles Psicológicos (Guía para seducir a una mujer)

 


Sentados en el sillón Evangeline le preguntó a Romeo el secreto para verse tan bien, pero cuántos años pudo haber cumplido Romeo ¿veintiséis? ¿veintisiete? Este le respondió con una sonrisa y le indicó uno o dos detalles sobre su forma de llevar la vida, la juventud camina a su propio ritmo.

 El almuerzo estuvo dirigido a los fallos que las mujeres teníamos al momento de conquistar a los hombres. Habíamos hecho una mesa redonda, Amalia, Mateo, Evangeline, Augusto y yo, al poco rato se nos unió Paolo, sustituimos los videojuegos por aquella charla. Todavía luego de lavarme los dientes, Mateo me dirigió un comentario sobre aquello y Amalia hizo otro comentario desde su asiento con cierto aire de chiste. 

-            Yo soy el tipo de mujer adecuada para cualquier hombre – le respondí suavemente a Mateo.

-            Y ¿por qué cree eso? – me respondió Paolo que estaba sentado en medio de nosotros dos – todos los hombres somos diferentes.

-            Yo me puedo adaptar a cualquier situación.

-            O sea que… – e hizo una pausa – es moldeable.

 Me fui a mi escritorio sin saber si aquello era bueno o malo y todavía hoy, después de dormir algo inquieta durante la noche y haber desayunado, no sé cómo tomar el comentario de Paolo.

 Y no está mal que las mujeres conquistemos a los hombres, de hecho, las mujeres conquistamos mejor que los hombres, porque tenemos mayor facilidad de ver sus puntos débiles y llevarlos a donde nosotras queremos. Los hombres se mueven por sus hormonas, y aunque las mujeres también las usamos en nuestro beneficio, sabemos manejar mejor el juego de la seducción, de eso no hay ninguna duda. Por eso creo que los hombres necesitan algo de ayuda para no quedar frecuentemente como estúpidos cuando quieren ligar a alguna mujer, nosotras nos reímos de ellos en secreto, padeciendo sus aires de masculinidad y testosterona, pero usualmente dejan hilos sueltos y por eso, porque yo también lo sufro, dejo aquí algunos puntos que tal vez, con suerte, le ayuden a algún hombre en esos momentos de trance donde no saben cómo salir:

 Punto uno: Por favor, estudien a las mujeres. Algunas mujeres pueden sentirse celosas unas de otras. Usamos una mirada de menosprecio que suele tener su origen en la envidia, porque desearíamos parecer tan atractiva como la mujer a la que desnudan con la mirada. Rodearse de mujeres les ayuda a darse cuenta de que todas somos diferentes y que no pueden emplear un mismo método para llegarle a todas, eso no existe.

 Punto dos: Mantengan un aire de misterio. Digan siempre menos de lo que consideren necesario, las mujeres detestamos a los hombres que tiran todas sus armas a la primera. Los hombres misteriosos son adictivos para nosotras, porque nos llama la atención ir descubriendo aquellos detalles que no se distinguen a simple vista. Nos gusta jugar a las detectives. Así que no revelen todo sobre ustedes en las primeras de cambio, dejen que la mujer los descubra.

 Punto tres: Insinúense sutilmente. Y sí, esto es una extensión del punto anterior. Cuando ustedes se insinúan, sus palabras adquieren un doble sentido. Lo bueno de este punto es que cuando se insinúan de la manera correcta, tanto ustedes como nosotras sabemos exactamente lo que quieren decir, sin haberlo dicho abiertamente.

 Punto cuatro: Sean atrevidos, pero espontáneos. A la mayoría de los hombres les da fobia el ser atrevidos, porque temen que al actuar así vayan a terminar por perder a la mujer. Pero cuando uno tiene una mentalidad de abundancia, no debe tener miedo de perder. Recuerden que somos lo que proyectamos.

 Punto cinco: Sean sinceros y directos. Las mujeres detestamos las mentiras, no las tomamos de buena manera. El concepto de la honestidad surge de la confianza y de la mentalidad de que no nos necesitan impresionar contando que ochocientas mujeres han caído ante sus encantos. No importa que estemos disgustadas con ustedes, si ustedes caballeros son sinceros, van a tener nuestro respeto y por si no lo saben, el respeto suele traducirse en atracción (no siempre, pero sí una buena cantidad de veces), sólo para que lo tomen en cuenta.

 Punto seis: Aprovechen el contacto visual. Aprovechen su energía masculina y usen un contacto visual intenso y deliberado, sin caer en los extremos, por supuesto. Si logran combinar esto con la sutileza, lograrán quedarse en los pensamientos de ella, incluso mucho después de que ustedes se hayan ido.

 Punto siete: Domina la tira y encoge. Vaya donde vaya un hombre, actualmente las mujeres solemos priorizar la atención y la validación sobre el amor. Esto quiere decir que nosotras las mujeres necesitamos sentir que nuestra pareja nos escucha, que somos interesantes para ellos y que nos ponen la atención que requerimos. Por eso muchas de las mujeres que tienen pareja siguen publicando imágenes provocativas en sus redes sociales, anhelando tanto esas etiquetas de «me gusta» y la validación de que aun somos atractivas y de buen comentario fuera de nuestro entorno.

 Punto ocho: Discrepar cuando sea necesario. Nada desanima más a una mujer que un hombre que está de acuerdo con todo lo que ella dice. Contrario a lo que piensan los hombres, las mujeres nos cansamos de los perritos falderos. Queremos un líder, no un fan, tampoco deben caer en el papel de dictadores. Porque hombres, si ustedes siempre se pasan diciendo que sí, sépanlo, la mujer les va a terminar perdiendo el respeto y el interés.

 "Nos convertimos en lo que amamos y quien amamos moldea aquello en lo que nos convertiremos" Santa Clara de Asís.


Comentarios

Entradas populares